El cáncer de estómago en etapa temprana, por ejemplo, puede causar molestias en la parte superior del abdomen, que pueden manifestarse como hinchazón o dolor sordo. A medida que el cáncer progresa, el dolor puede volverse más agudo e intenso.
En el caso del cáncer de ovario, las mujeres pueden experimentar dolor pélvico o abdominal, a menudo acompañado de hinchazón o cambios en el apetito. Si el dolor abdominal es frecuente, recurrente o intenso, especialmente si se acompaña de otros síntomas como pérdida de peso, náuseas o dificultad para comer, es fundamental consultar con un profesional de la salud para una evaluación más exhaustiva.
3. Dolores de cabeza y síntomas neurológicos
Aunque los dolores de cabeza suelen ser inofensivos, los dolores de cabeza frecuentes o intensos, especialmente los inusuales, pueden indicar un problema cerebral. Los tumores cerebrales, aunque menos comunes que otros tipos de cáncer, pueden causar síntomas neurológicos significativos.
Estos incluyen dolores de cabeza persistentes, mareos, visión borrosa e incluso cambios cognitivos. Los tumores cerebrales presionan los tejidos circundantes, lo que puede causar dolor e inflamación localizados.
El dolor del cáncer cerebral suele empeorar por la mañana o al cambiar de posición, como después de acostarse. Si el dolor de cabeza es persistente y se acompaña de otros síntomas, como náuseas, vómitos o alteraciones del estado mental, es una señal de alerta que requiere atención médica inmediata.