Ella no solo lo amó como era. Lo invitamos a convertirnos en una mejor versión de sí mismo. Ella, con amabilidad, establecía límites claros, esperaba respeto y exigencia autenticidad. Lideraba con el ejemplo, sin menospreciar nunca. Sus exigencias eran empoderadoras, no una carga. Y aunque ya no están juntos, él recuerda esa sensación de sentirse elevado, como por una fuerza discreta pero constante.
3. La persona cuya compasión le servía de refugio
Ser amable siempre es importante. Ciertas atenciones y gestos quedan grabados en la memoria. Él podría recordar sus gestos tranquilizadores, sus palabras tranquilizadoras cuando las cosas iban mal, o simplemente la tranquilidad que experimentaba cuando ella estaba cerca. Esta mujer le proporcionó un refugio seguro donde podía ser él mismo, un verdadero capullo emocional. Y no mucha gente es capaz de hacerlo.
4. La persona que le trajo alegría a su día a día