¿Qué hacer si reconoces estas señales?
No te alarmes: analiza antes de reprochar. Confía en tu intuición, pero contrasta los indicios. Aborda el tema con tacto, sin confrontación: la comunicación sigue siendo tu mayor aliada.
Habla con amigos de confianza y, sobre todo, hazte esta pregunta crucial: ¿esta relación todavía me hace feliz? La verdad suele estar en la respuesta.
 
					