Hinchazón abdominal: Tu vientre aumenta de tamaño y te sientes hinchado y con gases. Puedes notar que cierta ropa te hace ver más apretada en cuanto a altura y caderas.
Estreñimiento y otros cambios en los movimientos intestinales.
Dolor pélvico : Sientes molestias o dolor en la zona pélvica y, a veces, en el abdomen. Si el dolor persiste, no debes simplemente eliminarlo ni disimularlo con analgésicos. El dolor suele estar intentando transmitirte un mensaje importante.
Menos dolor de espalda, especialmente cuando se irradia a la zona pélvica.
Necesidad urgente o frecuente de orinar: Es posible que tengas una necesidad urgente de orinar y tengas dificultades para llegar al baño a tiempo o necesites ir con frecuencia. Esto es común en muchas mujeres; a menudo, puede ser una señal de que el perineo no tiene suficiente musculatura o de que podrías tener una infección del tracto urinario. Pero estate atenta, ya que podría ser una señal de algo más grave.
Pérdida de apetito o sensación de prisa al comer: También podrías notar una pérdida de peso inexplicable. Las mujeres suelen alegrarse cuando pierden algunos kilos, pero esto no siempre es una buena señal.
Dolor durante las relaciones sexuales
Fatiga : Estar excesivamente cansado y falto de energía puede ser señal de una afección subyacente.
Esto no significa que deba presentar todos los síntomas mencionados anteriormente. A veces, uno solo es suficiente para indicar que algo anda mal. Si los síntomas persisten durante dos semanas o más, podría ser el momento de consultar con su médico para una revisión.