El té de clavo se elabora a partir de los capullos secos y molidos del árbol Syzygium aromaticum. Estos clavos secos tienen un sabor picante y delicioso, lo que los convierte en un ingrediente popular en postres, pasteles y platos salados.
El clavo es rico en eugenol, un potente antioxidante. También contiene nutrientes y vitaminas, como vitamina C, fibra, calcio, flavonoides y ciertos ácidos grasos omega-3. Desde la antigüedad, se ha utilizado para preparar té y como medicina.