El ajo, ese pequeño tesoro escondido en tu cocina, es mucho más que un condimento.
Desde hace miles de años, se le ha considerado un antibiótico natural gracias a sus poderosas propiedades curativas.
Y no es para menos: estudios científicos demuestran que el ajo puede combatir hasta 14 tipos de bacterias y 13 diferentes infecciones, sin los efectos secundarios de los medicamentos químicos.
🌿 ¿Por qué el ajo es tan poderoso?
El secreto está en su principal compuesto activo: la alicina, que se libera al triturar o picar el ajo fresco.
Esta sustancia posee una acción antibacteriana, antiviral y antifúngica, capaz de destruir microorganismos dañinos, fortalecer el sistema inmunológico y proteger al cuerpo frente a infecciones respiratorias, digestivas y de la piel.
 
					