Conclusión
La aprobación de la vacunación obligatoria contra el COVID-19 en Europa marca un punto clave en la gestión de la crisis sanitaria global. Aunque la medida es polémica, refleja la urgencia con la que se busca proteger la salud pública y evitar futuras olas de contagio. El debate continúa abierto, y lo que está claro es que el mundo sigue atento a cada paso que da el continente europeo en esta materia.