El enigma de la inmovilización nocturna: cuando el cuerpo se niega a obedecer
Contrariamente a la creencia popular, la parálisis del sueño es un trastorno común e inofensivo. Sin embargo, sigue siendo una experiencia desconcertante cuando ocurre sin aviso previo. Esta situación en particular ocurre con mayor frecuencia al conciliar el sueño o al despertar: estás consciente, incluso con los ojos abiertos, pero tu cuerpo ya no te obedece. Inmóvil, incapaz de hablar ni reaccionar, te sientes como atrapado dentro de tu propio cuerpo. Esta desconexión entre una mente despierta y un cuerpo paralizado suele causar una ansiedad intensa.
Para aumentar la extrañeza del momento, algunas personas describen alucinaciones sensoriales. Sombras amenazantes que parecen espiarte, susurros incomprensibles… Tantos detalles que dan a este episodio la apariencia de una escena de pesadilla vivida con los ojos abiertos.
¿De dónde viene este curioso fenómeno?

No te preocupes: no te estás volviendo loco, y no hay presencia sobrenatural involucrada (¡ aunque algunas leyendas urbanas aún lo sugieren !). La parálisis del sueño se explica por mecanismos corporales completamente normales. Durante la fase REM (la fase en la que soñamos), nuestro cerebro bloquea momentáneamente nuestros músculos para evitar que imitemos nuestros sueños. Durante la parálisis, la mente se despierta mientras el cuerpo permanece bajo la influencia de esta inhibición. El resultado: estás despierto… en un cuerpo dormido.
Este cambio temporal suele deberse a ciertos desencadenantes: estrés intenso , falta de sueño, ansiedad, horarios irregulares o fatiga extrema. En resumen, cualquier cosa que altere la calidad y regularidad de nuestros ciclos de sueño.