Desde que descubrí el potencial medicinal de las hojas de mango durante un viaje a regiones tropicales, me ha fascinado cómo un recurso tan abundante y descuidado puede ofrecer soluciones a los problemas de salud modernos. No son solo el follaje del árbol que da frutos deliciosos; son una farmacia natural concentrada en un verde intenso, especialmente gracias a su compuesto estrella: la mangiferina.
 
			