La promesa de la regeneración del cartílago
El cartílago, el tejido liso que amortigua las articulaciones, se ha considerado durante mucho tiempo casi imposible de reparar una vez dañada. A diferencia de la piel o el hueso, carece de vasos sanguíneos y tiene una capacidad de curación natural mínima. Para millones de personas que viven con artritis, la pérdida de cartílago implica dolor crónico, movilidad reducida y, a menudo, la necesidad de una cirugía de reemplazo articular.
Científicos de todo el mundo han estado buscando formas de reconstruir el cartílago, y los geles y andamios bioingenierizados han surgido como uno de los enfoques más prometedores.
La contribución alemana: ChondroFiller®
En Alemania, los investigadores desarrollaron ChondroFiller® , un gel a base de colágeno presentado en 2013. Aplicado mediante artroscopia mínimamente invasiva en lugar de una simple inyección con jeringa, el gel rellena los defectos del cartílago y sirve como andamio para el crecimiento de tejido nuevo.
Una vez colocado, el gel ayuda a guiar a las células del cuerpo para reparar la zona dañada. Los pacientes deben recibir los cuidados postoperatorios habituales, que incluyen un breve período de inmovilización y fisioterapia. Cabe destacar que ChondroFiller® lleva más de una década aprobado para su uso en Europa, pero no es el “nuevo avance” que a veces se sugiere en publicaciones virales.
Investigación emergente sobre hidrogeles
Además de ChondroFiller®, los científicos también están experimentando con hidrogeles de nueva generación diseñados para estimular la regeneración del cartílago de forma más eficaz. Un estudio reciente publicado en Nature Communications (2023) describió un hidrogel “inteligente” capaz de liberar moléculas terapéuticas por etapas, adaptando su forma a defectos articulares. En ensayos con animales, este gel fomentó el crecimiento de cartílago nuevo , mejoró la función articular y redujo la cicatrización.
Aunque todavía se encuentran en etapas preclínicas, estas innovaciones apuntan hacia un futuro en el que las terapias con gel mínimamente invasivas podrían reemplazar o retrasar la cirugía de reemplazo articular.
 
					