1. Abrir la hoja de aloe y extraer el gel. 2. 2. Poner el gel de aloe, el romero y el agua en una batidora. Mezclar bien y reservar. 3. Derretir la base de glicerina al baño María. 4. Retirar del fuego y mezclar con la elaboración anterior. 5. Añade el aceite de almendras y el limón. Removedor bien. 6. Vierte la mezcla en moldes de silicona, espera a que se endurezca y desmolda. El resultado es un jabón súper hidratante y calmante, ¡perfecto para todo tipo de pieles!