LA PLANTA QUE ALIVIA DOLORES DE CABEZA, MUSCULARES, REUMÁTICOS Y OTROS

Su eficacia reside en una combinación de compuestos naturales con propiedades relajantes, analgésicas, antisépticas y digestivas. Simplemente inhalar su fragancia puede calmar la mente inquieta, reducir la ansiedad y prepararnos para un sueño reparador. Pero sus beneficios van más allá: aplicado tópicamente, puede aliviar la tensión muscular, los dolores de cabeza e incluso las molestias asociadas con el reumatismo. Su acción antiespasmódica también lo convierte en un aliado para la indigestión y la flatulencia.

Para integrar esta maravillosa planta a tu vida de forma segura y eficaz, aquí te dejamos algunas recetas e instrucciones de uso.

Recetas con lavanda para un bienestar completo
1. Aceite de masaje analgésico y relajante

Ingredientes:

1 botella de vidrio oscuro con tapa (100 ml)

Aceite portador (de almendras dulces, de oliva o de jojoba)

Un generoso puñado de flores de lavanda secas (preferiblemente orgánicas)

Preparación: Llena el frasco con flores de lavanda. Vierte el aceite portador sobre el frasco hasta cubrirlo por completo, asegurándote de que no queden burbujas. Ciérralo bien y déjalo macerar en un lugar cálido y oscuro de 4 a 6 semanas, agitando el frasco suavemente cada dos días. Transcurrido este tiempo, cuela el aceite con un paño húmedo para retirar las flores.

Uso correcto: Masajee este aceite con movimientos circulares en las sienes y la frente para aliviar las cefaleas tensionales. Para dolores musculares o reumáticos, aplique generosamente sobre la zona afectada con un suave masaje. Realice una prueba de sensibilidad en una pequeña zona de la piel antes de usarlo por tiempo prolongado.

2. Infusión digestiva y calmante

Ingredientes:

1 cucharadita de flores de lavanda secas

250 ml de agua caliente (no hirviendo, unos 90°C)

Miel o limón al gusto (opcional)

Preparación: Coloque la lavanda en una taza y vierta agua caliente sobre ella. Tape la taza y deje reposar de 5 a 7 minutos. Cuele las flores y endulce ligeramente, si lo desea.

Uso recomendado: Tomar una taza después de las comidas para facilitar la digestión y reducir la hinchazón. Para promover la relajación y prepararse para el sueño, tomar 30 minutos antes de acostarse. No se recomienda su consumo en grandes cantidades (más de 2 a 3 tazas al día) ni en mujeres embarazadas o en período de lactancia sin consultar a un profesional de la salud.

3. Almohada relajante para dormir

Ingredientes:

Una bolsa de tela transpirable (algodón o lino)

flores de lavanda secas

Preparación: Simplemente rellene la bolsa de tela con flores de lavanda secas y ciérrela con un nudo o cinta.

Uso adecuado: Coloque la almohada debajo de su almohada principal. El calor de su cabeza liberará suavemente el relajante aroma a lavanda durante toda la noche, ayudándole a conciliar el sueño y a descansar más profundamente. También es ideal para guardarla en armarios y cajones.

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