y propiedades antibacterianas. Pero cuando se trata de crecimientos cutáneos, realmente destaca. El ácido acético del vinagre de manzana penetra en la verruga o el acrocordón y comienza a descomponer el tejido anormal desde el interior. También crea un ambiente ácido en la piel que dificulta el crecimiento viral o bacteriano, ayudando a prevenir la reaparición. Bicarbonato de sodio: El bicarbonato de sodio es un exfoliante suave pero eficaz. Elimina las células muertas de la superficie de la piel y equilibra el pH, creando un ambiente hostil para bacterias y hongos. En esta solución, ayuda a espesar la mezcla hasta formar una pasta que se adhiere bien y, a la vez, mejora el proceso de curación. Aceite de árbol de té: Uno de los aceites esenciales más potentes de la naturaleza, el aceite de árbol de té tiene potentes efectos antivirales, antifúngicos y antimicrobianos. Ayuda a atacar la causa principal de las verrugas (a menudo causadas por virus como el VPH) y alivia la inflamación y el enrojecimiento que suelen acompañar a los acrocordones. Aplicado regularmente, ayuda a secar el crecimiento y reduce la irritación.
 
			