Conclusión
La pérdida de equilibrio en los adultos mayores no siempre es inevitable. Evitar estos errores puede marcar la diferencia entre una vida activa y segura, o el riesgo de sufrir caídas frecuentes.
Cuidar la alimentación, mantenerse en movimiento, usar calzado adecuado y revisar la salud periódicamente son hábitos simples que mejoran la calidad de vida.
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