Causas comunes:
No todos los casos son preocupantes. Los sudores nocturnos pueden ser causados por:
Cambios hormonales: menopausia, pubertad o embarazo.
Infecciones: tuberculosis, neumonía, malaria, VIH, a menudo con fiebre o escalofríos.
Medicamentos: ciertos antidepresivos y analgésicos.
Nivel bajo de azúcar en sangre: común en personas con diabetes.
Sin embargo, los sudores nocturnos persistentes e inexplicables pueden ser una señal temprana de ciertos tipos de cáncer.
Cánceres asociados con sudores nocturnos
Los médicos prestan especial atención a los sudores nocturnos intensos porque están asociados con:
Linfoma (especialmente Hodgkin), a menudo con pérdida de peso o fiebre.
Leucemia, que afecta las defensas del organismo y aumenta el riesgo de infecciones.
Cáncer de mama o de próstata, aunque más raro.
Tumores relacionados con hormonas, como los raros tumores suprarrenales o de tiroides.
A veces, la sudoración no se debe a la enfermedad en sí, sino a tratamientos como la quimioterapia o la terapia hormonal. La reaparición repentina de los síntomas durante o después del tratamiento siempre debe informarse al médico.
Sudores nocturnos 26askwell1
Cuándo preocuparse
: Sudar ocasionalmente es normal. Sin embargo, si se despierta mojado todas las noches sin motivo aparente, conviene buscar atención médica. Señales de preocupación:
Pérdida de peso inexplicable o fatiga continua.
Fiebre o tos persistente.
Diarrea o dolor recurrente.
Historial de cáncer o tratamiento actual.
Mujeres posmenopáusicas que experimentan sudores nocturnos recurrentes.
Para las personas con enfermedades crónicas como linfoma, diabetes o VIH, la aparición o empeoramiento de los sudores nocturnos es otra razón para consultar a un médico de inmediato.
Web 627 Trastornos del sueño asociados con sudoración excesiva durante la noche
Qué puedes hacer en casa
Antes de sacar conclusiones precipitadas, revisa tu entorno:
Mantenga el dormitorio fresco, use pijamas ligeros y evite demasiadas mantas.
Reduce el consumo de alcohol, cafeína o alimentos picantes antes de acostarte.
Lleva un diario durante una semana: anota cuándo sucede esto, qué comiste y cómo te sentiste.
Si la sudoración es poco frecuente y tiene una causa evidente, no suele haber motivo de pánico. Sin embargo, no deben ignorarse los episodios repetidos e inexplicables, combinados con otros síntomas.