Minutos Antes De Su Ejecución Pidió Algo… Un Ladrido Lo Cambió Todo…

Sara se detuvo y encontró a un joven pastor alemán, apenas vivo y cubierto de sangre. Tenía la pata izquierda gravemente herida y se le veían las costillas a través del pelaje enmarañado. Alguien lo había abandonado para que muriera. “No pasa nada, chico”, le susurró Sara envolviéndolo en su abrigo. “Te voy a ayudar.” Lo llevó rápidamente a la clínica veterinaria del Dr. Marcus Thompson en la ciudad. El Dr. Thompson era un hombre amable de unos 60 años que llevaba más de 30 tratando animales.

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