Te cuidas a diario, cuidas tu higiene… y, sin embargo, a veces notas un olor inusual, ligeramente ácido, que te hace fruncir el ceño. No te asustes: no estás solo ni eres anormal. Pero ¿de dónde viene realmente esta molestia y, sobre todo, cómo puedes deshacerte de ella con suavidad? Lo analizaremos juntos, sin tabúes.
Una dieta demasiado rica puede afectar el equilibrio íntimo

Un desequilibrio de la flora puede ser la causa.
Estrés, cansancio, noches cortas, falta de movimiento… Muchos pequeños detalles cotidianos pueden desequilibrar la flora íntima. ¿El resultado? Una sensación persistente de humedad, flujo más abundante y un olor más intenso. Esto suele ser señal de que las bacterias malas se han apoderado demasiado de la zona. ¿La solución? Restablecer un buen equilibrio: cuida tu estilo de vida, evita el lavado demasiado agresivo y, si es necesario, consulta con un profesional de la salud.
¿Demasiado sudor? El calor no ayuda…