Consulta:
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Conclusión:
Olfatear
las partes íntimas es un comportamiento natural profundamente arraigado en los instintos caninos. Aunque pueda parecer extraño para los humanos, es una manifestación de su curiosidad innata y su necesidad de comunicación. Al comprender este comportamiento, podemos crear un entorno más armonioso para nuestros perros y para nosotros.
En última instancia, recordar que el olor es su forma de interactuar con el mundo debería hacernos ver este acto con más simpatía y quizás con un poco de humor.