Hábitos que no son realmente “amigables con los músculos”
Entre los pequeños hábitos que debilitan los músculos se incluyen saltarse comidas, evitar las proteínas, no hacer suficiente ejercicio y pasar demasiado tiempo sentado o inactivo. La inactividad es incluso el principal factor de riesgo. Y no olvidemos la deficiencia de vitamina D, muy extendida en Francia y que afecta al tono muscular.
Algunas enfermedades silenciosas.

La diabetes, los trastornos de la tiroides, la inflamación crónica e incluso las enfermedades neurológicas pueden exacerbar la pérdida muscular, a veces sin síntomas evidentes.
 
					