Sin embargo, no pasó mucho tiempo para que todos comprendieran por qué Archie actuó de esa manera.
El cirujano olía a alcohol y Archie podía sentirlo mejor que la gente en la habitación del hospital.
El personal del hospital se dio cuenta rápidamente del peligro y el Dr. Hawthorne fue retirado del caso. La cirugía se pospuso hasta que otro cirujano analizara el caso de Tommy y preparara la operación, que afortunadamente fue todo un éxito.
Con el paso de los días, Tommy se recuperó, y todo fue gracias al personal del hospital y a su perro que evitaron que ocurriera una posible tragedia.
Inspirada por la valentía de Archie, la familia Chen fundó la Fundación Archie, una organización sin fines de lucro dedicada a llevar perros de terapia a hospitales de todo el país. Estos perros brindan apoyo emocional, consuelo y compañía a los pacientes, ayudándolos a reducir el estrés y la ansiedad durante experiencias médicas difíciles.