Solo necesitas un vaso. Para que sea aún más beneficioso, puedes:
Añade un chorrito de limón: El limón no solo mejora el sabor, sino que también aporta vitamina C y facilita la digestión.
Prueba con agua tibia: algunas personas la encuentran más suave para el estómago y puede ser más relajante.
Conviértelo en un ritual: coloca un vaso de agua junto a tu cama antes de acostarte. Así, lo primero que veas al despertar te recordará este saludable hábito.
Beber agua por la mañana no es solo un hábito; es una inversión en tu salud. Es la manera más fácil de rehidratar tu cuerpo, acelerar tu metabolismo y prepararte para un día lleno de vitalidad.