Una madre de 70 años acudió a su hijo para pedirle dinero prestado para el tratamiento médico, su hijo solo le dio un paquete de fideos y luego la ahuyentó cortésmente, cuando llegó a casa y lo abrió, se sorprendió y no podía creer lo que veía…

Reunión frente a la casa

Cuando llegó, se detuvo frente a la enorme puerta de hierro y presionó el timbre. Sonó un sonido de “ting-ting” y, después de un rato, alguien vino a abrirlo. Era la mujer de Ramón, una mujer joven, que la miraba de pies a cabeza y le preguntaba con frialdad:
– ¿Qué haces aquí, Nanay?

Ella suena suavemente, con voz temblorosa:
– Vine a visitarlos a ustedes dos, y tengo algo con lo que pedirle ayuda a Ramón…

La esposa no dijo nada más, solo se volvió para llamar a su esposo. Ramón salió del interior, vestido elegantemente, todavía sosteniendo el teléfono en la mano.
– ¿Qué haces aquí, mamá? Estoy muy ocupado.

Tímidamente sacó un certificado médico de su bolsillo:
– Mamá tiene una enfermedad cardíaca, el médico dijo que necesita cirugía pronto. Mamá solo necesita pedir prestado algo de dinero. Cuando mi hermano en el campo venda el arroz, te lo devolveré…

Ramón frunció el ceño y suspiró suavemente:
– Mamá, también me falta capital para negocios, no tengo mucho dinero ahora. Mamá, vete a casa, lo pensaré más tarde.

Ella guardó silencio, con los ojos rojos:
– Mamá solo necesita un poco, lo suficiente para los gastos del hospital. ¿Puedo ayudarte esta vez?

Ramón se volvió hacia su esposa, luego dijo como para terminar rápidamente la historia:
– Está bien, mamá, toma esta bolsa de fideos y cómela. Cuando tenga dinero en unos días, te lo enviaré.

Sacó una bolsa de fideos instantáneos del maletero del coche, la puso en la mano de su madre y la empujó suavemente hacia la puerta.
– Mamá, vete a casa temprano, está a punto de llover fuertemente.

La Sra. Dolores inclinó la cabeza, abrazó la bolsa de fideos contra su pecho, tratando de ocultar sus lágrimas. La puerta de hierro se cerró, dejando atrás a la anciana madre sola bajo la fuerte lluvia.

Una sorpresa en el paquete de fideos

De camino a casa, no culpó a su hijo. Pensó para sí misma: “Debo estar realmente luchando. De todos modos, me dio una bolsa de fideos, como un gesto de su amabilidad”.

Cuando regresó a la pequeña y ruinosa casa en el campo, puso la bolsa de fideos sobre la mesa. Tenía hambre, así que decidió hacer un paquete para comer para calentarse. Pero cuando abrió la bolsa, se sorprendió al descubrir que dentro no solo había fideos instantáneos … pero también un sobre sellado.

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