De los soleados paisajes mediterráneos, la lavanda emerge no solo como una sinfonía de colores y aromas, sino como una de las plantas medicinales más versátiles y apreciadas a lo largo de la historia. Perteneciente a la familia de la menta y el romero, esta hierba es mucho más que un simple elemento decorativo o un ingrediente de perfume. Es un poderoso recurso natural, un auténtico remedio casero que la naturaleza nos ofrece para aliviar dolencias comunes, desde el estrés hasta el dolor muscular.